por José Antonio Chávez López
(¡Cuidado! Spoiler de la Catedral del Mar)
Corre el año de 1320, España está a 80 años de consolidarse como nación y sofocar a los últimos reductos árabes en la península; sin embargo se nota la mezcla de culturas en la lengua y costumbres españolas así como algunos problemas internos debido a los principados y a un gobierno fragmentado.
La esclavitud e injusticias son el pan de cada día, debido a que los dirigentes y nobles españoles abusan de su pueblo, con el que hace apenas dos generaciones habían peleado hombro con hombro contra los sarracenos.
Bajo esta caótica España medieval Bernart Estanyol un granjero heredero de una vasta extensión de tierras fértiles en Navarcles, está a punto de casarse, unos años atrás le había parecido algo casi imposible pues su padre, un viejo con pocos momentos de lucidez conocido como el loco del pueblo no encontraba mujer alguna que mereciera su aprobación, sin embargo el tiempo pasa y la muerte del viejo le ha permitido a Bernart la oportunidad de empezar una familia, al lado de su futura esposa Francesca.
Sin embargo las tierras de Bernart son Codiciadas por su señor: Llorens de Bellera, el tirano local, un ser déspota y orgulloso de sus genitales, a este desagradable personaje le es frustrado su intento de quedarse con la mitad de las tierras del Joven Estanyol por asuntos legales (el testamento del padre de Bernart).
En mitad de las festividades en honor al matrimonio de Bernart y Francesca un cruel destino se hace presente, cuando Llorens de Bellera en su calidad de “noble” hace uso del derecho que le corresponde a yacer con la joven esposa, en otras palabras la viola y orilla a Bernart a tener relaciones con ella bajo amenaza de desollarlo a latigazos.
Este hecho deja Francesca con un trauma que no es superado incluso con la llegada de Arnau, hijo de ella y por suerte primogénito de Bernart.
Francesca es fría con el neonato limitándose solo a amamantarlo sin demostrarle el mínimo afecto; Bernart por otra parte orgulloso de su hijo, la nueva sangre Estanyol empieza a tener algunos momentos de paz que no duraran mucho. Los rumores de que Arnau no es un bastardo han puesto en entredicho la virilidad de Llorens de Bellera y provocado la burla de otros nobles aledaños; volviendo a hacer uso de su derecho como señor de Navarcles separa a la disfuncional familia llevándose a su castillo a Arnau y Francesca.
Bernart desolado por la injusticia trabaja la tierra automáticamente y acude al castillo con la esperanza de saber algo de su familia; una tarde mientras cocina el pan ve a un aprendiz de herrero caminar por el lugar, Bernart le pregunta por su hijo dándole como pago una hogaza de pan, el joven aprendiz le muestra el lugar donde esconden a Arnau.
El padre no puede creer lo que ven sus ojos, su maltrecho hijo está a punto de morir de hambre en un taller del castillo, sin pensarlo dos veces escapa del castillo matando al joven herrero que se había puesto en su camino.
El objetivo de Bernart ahora es dirigirse a Barcelona; en el pasado había escuchado sobre un método de obtener su liberta viviendo un año en la ciudad y solicitando una carta de estadía.
Cuando llega a Barcelona acude a pedir ayuda a su hermana Guiomona esposa de un cónsul local y maestro alfarero Graug Puig, Bernart consigue trabajo y desarrolla un relación de respeto mutuo con Jaume un oficial del taller.
Pasa un año y Jaume se sorprende a causa del esfuerzo de Bernart que trabaja diligentemente por la libertad de su hijo.
Sinopsis de la Catedral del Mar de Idelfonso Falcones de la Sierra
